En abril de este año escribí en este humilede blog perdido en el ciberesacio que el GT200 había llegado a Campeche, pero rectifiqué cuando descubrí que a lo que la prensa local llamaba "GT2000" y que asumí se referían a la varita de zahorí de Global Technical, era en realidad un Mobiletrace de GE (ahora de Safran).
"En el evento en el que entregó 31 camionetas pick up 2012 de doble cabina, 139 radios portátiles con cargador, funda y batería, cascos antimotín, 7 motocicletas, 3 cuatrimotos, 60 fornituras de lona, 58 pasamontañas, 32 computadoras personas, uniformes completos y calzado y un sistema molecular GT200para detección a pie de explosivos, armas y narcóticos por un monto de más de 21 millones de pesos, Ortega Bernés reconoció la preparación de este módulo de la Policía Estatal Acreditable que se preparó en los estados de Sonora y San Luis Potosí".
Nótese que a diferencia de las notas sobre el "GT2000" —es decir, el Mobiletrace— que mencionaban que detectaba explosivos y narcóticos, aquí se dice que este detector molecular también es capaz de detectar armas, lo cual es una pista adicional para suponer que se trata en efecto de nuestro conocido GT200 y no de culquier otra cosa.
A riesgo de tener que volver a disculparme con Ortega, creo que mientras no salga por ahí una nota que desmienta a este boletín, se puede asumir que Campeche ya es un miembro más de la lista de la ignominia.
Uno más, carajo. Como esto siga así dentro de poco escucharemos en la radio el eslogan de "todo México es territorio Segtec".
A.T.
____ P.D. 16 de agosto de 2012. Pues no, no me equivoqué. Se trata de un GT200 y gracias a este tuit de de la Policía Estatal de Campeche, donde presumen su adquisición, a pesar de hace unas semanas, el 13 de agosto para ser preciso, arrestaron bajo cargos de fraude a sus fabricantes, me entero de cuánto pagaron por su varita mágica: $493,000.00.
Elementos de la PGJ inspeccionaron una mochila dentro de la cual sólo encontraron restos de comida.
Jiutepec.- Una movilización policial y de cuerpos de emergencia y rescate provocó el reporte de una bomba en las instalaciones de la delegación de la Ciudad Industrial del Valle de Cuernavaca (Civac).
De acuerdo con el reporte de las autoridades municipales, cerca de las 8:30 horas del miércoles fueron informadas a través de una llamada recibida al 066 sobre una granada en la fuente de Civac.
No obstante, minutos después fueron alertadas de que se trataba de un artefacto explosivo abandonado en las oficinas de la delegación. Por tal motivo, el personal de Protección Civil de Jiutepec llevó a cabo la evacuación del inmueble.
Tras una búsqueda, los elementos localizaron una mochila con un candado, la cual al parecer no era propiedad de nadie y por consiguiente pidieron la presencia del Ejército para prevenir algún siniestro.
Los militares nunca llegaron. Por tanto, el personal de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) del estado con un detector molecular –cuya ineficacia está comprobada-- inspeccionó la mochila y “confirmó” que no tenía ningún tipo de material explosivo.
Después de ser revisada la mochila, en el interior se localizó comida y se corroboró que era propiedad del velador, quien ya se había retirado del lugar".
Aquí está el texto del boletín de prensa al respecto que se publicó en el sitio de Francisco Javier Castellón Fonseca, presidente de la mencionada comisión:
El día de hoy, en la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado de la República hubo un acuerdo inicial para aprobar la propuesta de senadores del PRD sobre el funcionamiento del detector molecular GT200, utilizado por el gobierno federal para localizar drogas, explosivos y sustancias tóxicas, el cual, de acuerdo con la comunidad científica, ha registrado diversas irregularidades.
Así lo dio a conocer el presidente de esta comisión, el senador del PRD, Francisco Javier Castellón Fonseca, al concluir la reunión ordinaria donde se discutió el dictamen y se acordó realizar una redacción que le dé efectividad a la propuesta que suscribió junto con sus compañeros de bancada Carlos Sotelo y Yeidckol Polevnsky, para que “sea atendida por el gobierno federal”.
El senador del PRD consideró que el tema primordial es “atender la inquietud de la comunidad científica sobre el funcionamiento del detector molecular GT200 y, en segundo lugar, establecer un mecanismo que sea realizable para atender esta inquietud”.
Señaló que es necesario especificar en la redacción del dictamen los organismos que agrupan a la comunidad científica mexicana para que puedan realizar un intercambio de opiniones y valoraciones sobre el funcionamiento del GT200, que es un sistema remoto de detección de sustancias, capaz de descubrir drogas, explosivos, armas y dinero, a una distancia de 500 metros, que es utilizado por el gobierno en el combate al crimen organizado.
El legislador por Nayarit indicó que la nueva redacción irá en el sentido de convocar a una mesa de trabajo entre las dependencias del gobierno federal que utilizan el detector molecular y representantes de la comunidad científica, a fin de analizar el uso y efectividad de este instrumento.
Dijo que es necesario que “la Academia Mexicana de Ciencias, el foro y el consejo consultivos de ciencias se pongan de acuerdo para instalar una mesa de trabajo, seguramente con miembros de la Secretaría de la Defensa (Nacional) o con quien el Ejecutivo diga para realizar este análisis sobre el funcionamiento del GT200”.
En el dictamen que se discutió en la Comisión de Ciencia y Tecnología se señala que según información de la Secretaría de la Defensa Nacional, el detector molecular GT200 es empleado en las operaciones contra el narcotráfico, principalmente en los estados de Sonora, Sinaloa, Tabasco, Durango, Michoacán y Baja California.
Francisco Javier Castellón señaló que de acuerdo con el folleto informativo GT200 Remote Substance Detection, este dispositivo es usado en 25 países y es capaz de detectar sustancias escondidas en perecederos, vehículos, túneles subterráneos; desde el aire, el mar y en el interior de edificios.
Puede detectar entre 10 y 12 gr de cocaína, crack, coca, medicinas base cocaína, heroína, mariguana, tabaco, anfetaminas, metanfetaminas, entre otros estupefacientes.
Sin embargo, el senador Castellón Fonseca señaló que diversas notas publicadas en los medios de comunicación han referido que la utilización del GT200 “ha tenido fallas importantes, como por ejemplo, la confusión, en la carretera México-Nogales, de un cargamento de queso Cotija con cocaína”.
No sé usted pero yo apuesto que los resultados —en cualquiera de las dos pruebas— serán muy similares a los obtenidos por los tailandeses. Es decir, se demostrará de nuevo que la capacidad de detección del GT200, como cualquier varita de zahorí, no mejor que el azar.
¿O alguien quiere apostar lo contrario?
A.T. ___ P.D. 28 de noviembre de 2011. La cosa pinta bien, hoy se publicó la siguiente nota de Notimex en varios medios:
México, DF.- El Senado convocará a una mesa de trabajo a las dependencias del gobierno federal que utilizan el detector molecular, y miembros de la comunidad científica, para analizar su efectividad ante las irregularidades denunciadas.
En entrevista, el presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado, Javier Castellón, indicó que el objetivo es “atender la inquietud de la comunidad científica sobre el funcionamiento del detector molecular GT200”.
Recordó que el detector molecular GT200 es un sistema remoto de detección de sustancias, capaz de descubrir drogas, explosivos, armas y dinero a una distancia de 500 metros, que es utilizado por el gobierno en el combate al crimen.
De acuerdo a la Secretaría de la Defensa Nacional, el detector es empleado en las operaciones contra el narcotráfico, principalmente en los estados de Sonora, Sinaloa, Tabasco, Durango, Michoacán y Baja California, destacó.
Precisó que según el folleto informativo GT200 “Remote Substance Detection”, el dispositivo es usado en 25 países “y es capaz de detectar sustancias escondidas en perecederos, vehículos, túneles subterráneos; desde el aire, el mar y en el interior de edificios”.
Sin embargo, el legislador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), señaló que diversos medios de comunicación han destacado el GT200 ha tenido fallas como la confusión, en la carretera México-Nogales, de un cargamento de queso Cotija con cocaína.
Por ello, en el dictamen que discute la comisión se convocará a dicha mesa a dependencias del gobierno federal que utilizan el detector, y representantes de la comunidad científica, para analizar el uso y efectividad de este instrumento, agregó".
Ahora, a esperar a que se arme la mesa de trabajo.
SNI, Atoyac, 11 de noviembre. El procurador de Justicia, Alberto López Rosas, informó que se reanudaron los trabajos para la localización y búsqueda de los siete michoacano desaparecidos desde el pasado 28 de agosto del año 2008, en este municipio de la región de la Costa Grande.
Entrevistado al término de una reunión con docentes del Movimiento Plural Magisterial Reorganizado, López Rosas señaló que se continuará con la búsqueda de los restos humanos de los michoacanos en Acapulco y en Atoyac.
“Hoy continúan los trabajos con respecto a los siete michoacanos desaparecidos desde el 2008. Después de ahí estaremos reanudando la próxima semana, donde encontramos a cinco restos humanos y continuaremos en otros lugares que tenemos ya ubicados para continuar con esta investigación”, dijo el fiscal guerrerense.
Explicó que ante la declaración de incompetencia por parte de la Procuraduría General de la República (PGR), desde el pasado 11 de julio, les fue remitida las constancias del caso, por lo que la procuraduría a su cargo, inició la radicación de la averiguación previa bajo el número GALE/ATOY/02/128/2008.
López Rosas dijo que tras la revisión de las indagatorias en torno al caso, la procuraduría informó que de la obtención de los indicios podrían llevar a la localización de los restos humanos de los siete michoacanos.
Para lo cual participan peritos y agentes de la Policía Investigadora Ministerial, así como equipo molecular y hasta perros adiestrados, los cuales participan en la búsqueda y localización de los restos de los siete michoacanos desaparecidos.
Jesús Salvador Trujillo Herrera, Raúl Trujillo Herrera, Luis Carlos Barajas Alcázar, Joel Franco Ávila, José Luis Barajas Díaz, Flavio Alejandro Higareda y Rafael Cervantes Rodríguez, son los nombres de las personas de las que no se sabe desde agosto del 2008.
Aclaró que como no se tenía la certeza del sitio donde podrían estar se realizaron trabajos previos.
“Estamos metiendo detectores moleculares y en caso de ser necesario, vamos a meter caninos, para olfatear la zona, estamos haciendo acopio de todo lo necesario”, dijo. También se refirió a la localización de los cinco restos humanos, encontrados en la colonia Acapulco 2000, donde indicó que será hasta la próxima semana cuando se reanuden las labores de localización".
Escépticos, programa español de televisión del que ya he hablado aquí, emitió ayer el episodio dedicado a una de las charlatanerías más populares: la homeopatía.
Me gustó tanto que contrario a mi costumbre de ponerlo sólo en la sección de videos de la barra lateral, se lo pongo también aquí. Espero lo disfrute.
Ah, y ya sabe, si conoce a algún estudiante —graduados no tiene caso, ya tendrán el coco lavado por completo— de "medicina" de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía del Instituto Politécnico Nacional, dígale que le eche un ojo. Quizá, como uno de los entrevistados en el programa, se de cuenta de que hay algo raro en todo esto y todavía esté a tiempo de cambiar de carrera y decida estudiar medicina.
En el número 98 de la revista Foro Jurídico, correspondiente a noviembre de 2011, Jorge Antonio Alfaro dedicó una de sus columnas a los "detectores moleculares": GT200 ¿Prueba científica o fraude internacional?
Menciona, entre otras cosas, el caso relatado por Laura Castellanos, donde la Juez Karla Macías Lovera dictaminó, después de consultar a Luis Mochán, que el GT200 no era admisible como prueba, lo que llevó eventualmente a la liberación de Ernesto Cayetano, quien había sido acusado debido al giro de la antena de estos juguetes. También hace referencia a las —absurdas— declaraciones de Gral. Guillermo Galván, en voz de Rogelio Cerda Pérez defendiendo la efectividad de su aparatejo.
Aunque no lo suficientemente crítico como me hubiera gustado, me quedo con el párrafo final:
"La falta de curiosidad y la ausencia de crítica, son bases para la flacidez en el rigor científico, actitudes que nos dejan en posición vulnerable y que desde un punto de vista jurídico, para la construcción de pruebas, son inadmisibles".
El que los pobres científicos del mundo no acierten a comprender la ciencia detrás de su funcionamiento tiene una explicación muy sencilla: ésta es demasiado avanzada como para que la ciencia humana pueda comprenderla. Así es, de acuerdo a los documentos proporcionados por nuestro hombre en la Comisión de Seguridad Nacional, se trata de una tecnología que no es, literalmente, de este mundo.
Y aquí está la prueba definitiva:
De acuerdo a los documentos clasificados de la CIA ahora en nuestro poder, se trata de uno de los alienígenas que se estrellaron en Roswell, Nuevo México, utilizando un detector molecular para buscar una refaccionaria para poder arreglar su nave espacial. Lamentablemente lo que se encontró fue con el US Army, quien se mostró muy interesado en su tecnología.
En la siguiente fotografía se puede ver al Sargento Quattlebaum, en negociaciones —al estilo norteamericano— para obtener parte de esa tecnología.
El documento señala que ésta fue la última vez que el detector alienígena fue visto, y menciona que, curiosamente el Sgto. Quattlebaum era el padre de Wade L. Quattlebaum —quien a la postre se haría famoso por "inventar" el Quadro Tracker, del que se derivaron el Alpha 6, elADE651 y por supuesto el GT200—, así que hay "sospechas fundadas" de que se trata de un caso de ingeniería inversa, pero que por cuestiones de seguridad nacional no han podido proceder legalmente contra ellos pues significaría admitir la presencia de vida extraterrestre en nuestro planeta.
Casi me infarto ayer en la mañana cuando leí las declaraciones que el presidente de la Comisión de la Defensa Nacional de la Cámara de Diputados, Rogelio Cerda Pérez, dio en una entrevista poco después de que se reunieron con el Gral. Guillermo Galván, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, en la que trataron entre otras cosas, el caso del detector molecular GT200.
1. "Debe haber una cantidad importante de esos aparatos [GT200] circulando por el país, oficialmente con alguna fuerza (policiaca), y algunos estados también los usan. Pensaría que andaría en cerca de 2 mil aparatos en el país".
Esto supera con mucho mis peores estimaciones. Tengo la esperanza de que Cerda se haya cofundido o haya malinterpretado los datos (NOTA- ver postdata). Después de todo, también dice que la Secretaría de Seguridad Pública los usa y al menos hasta donde sabemos y de acuerdo a una reciente declaración de Gerardo García Luna, no es así.
Pero tomando en cuenta la colección de absurdos que plagan esta historia, lo más probable que mi esperanza sea vana y que en efecto, alrededor de 2000 varitas de zahorí estén siendo usadas para justificar cateos, allanamientos y buscar bombas.
3. "...y técnicamente están respaldados por universidades prestigiosas".
¿De verdad?
¿Y se puede saber cuáles son esas prestigiosas universidades que avalan el funcionamiento del GT200? ¿Hay papers publicados en revistas científicas reconocidas que respalden la palabraría pseudocientífica con la que los engañabobos de Global Technical Ltd. y sus comparsas en México, Segtec S.A. de C.V. han pretendido, qué digo pretendido, ¡han logrado! engañar a los bobos que luego salen a dar la cara por sus fraudulentos productos?
Desde este humilde blog perdido en el ciberespacio exijo al diputado Rogelio Cerda Pérez a que haga pública esa información, si la tiene.
Porque la tiene, ¿verdad? No creo que Cerda se haya sacado de la manga esto o haya hablado por hablar, sin datos firmes, ¿o me equivoco?
Aprovechando, supongamos por un momento que en efecto hay alguna universidad por ahí que, quizá después de una jugosa comisión, ha hecho público su apoyo a Gary Bolton, llamándolo el Einstein del siglo XXI. Podría ser, como no. Cosas semejantes se han logrado y si no me cree, dese una vuelta por La lista de la Vergüenza, para que se haga una idea.
Dicho de otro modo, en cuestiones de ciencia importa poco el argumento de autoridad y en cambio, importan mucho la evidencias.
Es decir, tanto el Sr. Presidente de la Comisión de la Defensa Nacional de la Cámara de Diputados, como el Gral. Guillermo Galván, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, podrán decir que el GT200 es una maravilla, pero mientras no demuestren fehacientemente lo contrario, y dado que las evidencias, todas ellas, indican quese trata de un fraude, sus dichos tienen el mismo peso que el de cualquiera.
Sí, en ciencia los dichos del Sr. Presidente de la Comisión de la Defensa Nacional de la Cámara de Diputados, y del mismísimo Secretario de la Defensa Nacional, tiene la misma validez que los de, por decir, algo, éste humilde bloguero. La diferencia son, insisto, las evidencias. En este blog he colectado una buena colección en contra de la efectividad de este juguete. Del otro lado sólo tenemos... palabras.
4. "Cérda Pérez insistió en que el GT200 es confiable para el rastreo de sustancias o armas..."
Y las pruebas que avalan estos dichos son...
Ah sí, sus palabras.
5. "...y que, de existir violaciones a las garantías de cualquier ciudadano al ser registrado con dicho instrumento, el problema sería de la persona que lo opera, no del detector".
Esto es demasiado complejo para mí, así que me voy a permitir poner un simil, a ver si así:
a) Le venden a alguien —digamos a la SEDENA— un automóvil sin motor, sin frenos, sin dirección y en fin, con sólo el chasis montado en las ruedas y que sólo se mueve cuando lo empujan o se coloca en un plano inclinado;
b) El vendedor, para evitar que su fraude se descubra, hace que el cliente firme un contrato con cláusulas de confidencialidad que le prohíben abrir el cofre o ver debajo del auto;
c) El vendedor, haciendo gala de palabrería pseudocientífica consigue convencer al comprador que este automovil maravilloso es de tan avanzada tecnología que no necesita una fuente de energía tradicional (combustible); d) El vendedor de este artefacto, sabiendo perfectamente que se trata de un fraude y que su auto maravilloso no puede rodar a menos que se le empuje o se le coloque en un plano inclinado, se inventa un principio teórico en el que especifica que se le debe utilizar siempre desde la cima de una colina pues se alimenta de la energía eólica que hay en la cima de éstas;
e) El conductor designado, completamente convencido de que está a punto de manejar una maravilla tecnológica y siguiendo las instrucciones del fabricante, coloca el automóvil en la cima de una colina —para que se cargue de energía eólica por supuesto— y se prepara a conducirlo;
f) En su desbocado camino cuesta abajo destruye un par de casas y atropella a uno o dos peatones;
g) La culpa no es de el vehículo fraudulento, sino del conductor por no saber manejarlo.
Creo que ya me quedó claro. Trasladaré el ejemplo al GT200:
a) Le venden a alguien —digamos a la SEDENA— un detector molecular sin circuitos electrónico y sin mecanismos complejos, en fin, sólo una caja de plástico hueca con una antena unida por un pivote y que sólo se mueve cuando la mano de quien lo opera se inclina;
b) El vendedor, para evitar que su fraude se descubra, hace que el cliente firme un contrato con cláusulas de confidencialidad que le prohíben examinar el aparato;
c) El vendedor, haciendo gala de palabrería pseudocientífica consigue convencer al comprador que este detector molecular es de tan avanzada tecnología que no necesita una fuente de energía tradicional (baterías); d) El vendedor de este artefacto, sabiendo perfectamente que se trata de un fraude y que su la antena de su detector molecular no gira a menos que se le sostenga en la mano para que sea ésta la que la haga moverse, se inventa un principio teórico en el que especifica que sólo se le debe utilizar siempre sujetándolo pues se alimenta de la electricidad estática generada por el operador;
e) El operador designado, completamente convencido de que está a punto de manejar una maravilla tecnológica y siguiendo las instrucciones del fabricante, sujeta el detector molecular con la mano —para que se cargue de electricidad estática por supuesto— y se prepara a detectar;
f) En su camino provoca que la antena señale a un par de casas (que son allanadas) y a uno o dos peatones, que son acusados de narcotraficantes;
g) La culpa no es de el aparato fraudulento, sino del operador por no saber manejarlo.
Sí, ya entendí. Gracias, Rogelio Cerda Pérez, por hacerme comprender algo tan sencillo.
Ya me quedó clarísimo que usted y la Comisión de la Defensa Nacional de la Cámara de Diputados a la que usted representa, no tienen ni la más remota idea de lo que están hablando.
A.T. __
Gracias a un tuit de Raúl Alva, podemos escuchar las burradas de Cerda en viva voz:
Lo único bueno, si cabe tal adjetivo en este caso, es que parece que Cerda nunca dijo que había 2000 aparatos, sino 1000.
Anoche se transmitió en Punto de Partida, programa encabezado por Denise Maerker, un reportaje de Silber Meza sobre el fraudulento detector molecular GT200. Maerker, quien ha descubierto este absurdo monumental, parece haberse indignado a tal punto que ya ha dedicado tres de sus espacios noticiosos a tratar el tema: su programa de radio en Radio Fórmula, Atando Cabos; su columna homónima —ahora en animación suspendida— en El Universal; y anoche en Punto de Partida.
Me da mucho gusto que, habiendo reconocido que nos —sí, nos, porque no sólo este humilde bloguerosinounabuenacantidaddetuiterosintentamosllamar suatención— ignoró por un buen rato, Denise se de cuenta de la magnitud de este caso e intente llamar la atención sobre el mismo. Con algunos errores minúsculos quizá, pero como ya he dicho antes, este tema se presta a confusiones con tantos modelos, fabricantes y distribuidores de lo que son, en escencia, la misma basura pseudocientífica.
Hoy acabo de leer esta nota de Josué Huerta en El Universal Estado de México y no puedo evitar volver a darme de topes contra la pared al leer algunas de las declaraciones de Castillo Cervantes, aunque la verdad, habiendo visto que se presta a promover las pulseritas esas, no se de qué me asombro si a fin de cuentas las pulseras mágicas y los detectores moleculares son los mismo: pedazos de basura adornados con palabrería pseudocientífica para engañar a los bobos.
Y tanto las Power Balance —y sus clones— como el GT200 —y sus clones— han tenido un éxito fenomenal en ese campo.
Como sea, le copio el fragmento completo para que lo disfrute como yo. Las negritas van de mi parte:
El procurador mexiquense Alfredo Castillo Cervantes indicó en una conferencia de prensa que “nosotros tenemos tal vez dos o tres (GT200)” mismos que no los hemos utilizado como lo ha hecho la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), para la detección de drogas, sino de cadáveres.
Pues explicó que el aparato funciona para detectar moléculas de cuerpos o estupefacientes, dependiendo de la tarjeta con la que se le programe.
“Para el tema que nosotros lo llegamos a requerir no tuvimos tanta problemática, pero creo que el problema ha sido para el tema de la droga, para los retenes pero no lo hemos ocupado para ello”, dijo Castillo Cervantes.
El procurador del estado de México indicó que próximamente podrían dar vista sobre el GT200 a la Contraloría para que realice un dictamen técnico el cual arroje que efectivamente los artefactos no son confiables.
“Será un tema con el proveedor para que se haga la devolución respectiva, no tenemos tanto problema por el número porque nuestro presupuesto es reducido pero si hay instancias como la Sedena en donde el número de aparatos que llegaron a comprar son de 200 o 300”, señaló el abogado del estado de México.
A pesar del ruído que ha habido en la última semana, veo que Castillo cervantes sigue sosteniendo que los GT200 funcionan, que el problema es con la detección de drogas no la de cadáveres. Esto me recuerda que en algún lado leí que cuando se mencionó que en Tailandia había fallado en la detección de explosivos, alguien dijo que no había problema, que aquí se le usaba para buscar drogas y en estos casos sí servían.
¿Es que acaso quieren que se haga una prueba para cada una de las decenas de tarjetas con las que viene acompañada esta caja engañabobos?
Si bien esto no información de caracter oficial sino sólo una conversación entre tuiteros, Luis Mochán lo confirmó —también extraoficialmente— en este tuit:
Como ve, no es que la Secretaría de la Defensa Nacional haya accedido amablemente a participar en las pruebas. No hubo ningún cambio radical de actitud por su parte sino que parece ser que no le quedó de otra sino someterse al mandato de las autoridades judiciales.
Aprovechemos esta entrada para recordar que de acuerdo a las respuestas obtenidas a través del servio de Infomex, la única dependencia federal que respondió afirmativamente a la pregunta de si habían hecho pruebas con el aparato antes de comprarlo fue Pemex Exploración y Producción, asesorados, por cierto, por elementos de la Secretaría de Marina Armada de México. Si se pregunta usted cómo se hizo dicha prueba, pues sígaselo preguntando ya que como el resto, PEP omitió responder al pedido específico de conocer el protocolo de éstas, lo cual me permite al menos suponer que fueron diseñadas por los vendedores de estos fraudulentos juguetes.
Es decir, es muy probable que no fueran pruebas de doble ciego, que como saben los sospechosos habituales, son el enemigo mortal de cualquier varita de zahorí, tradicional o disfrazada de aparato de alta tecnología como el GT200, ADE651, Sniffex, HEDD1, etc., pues con ellas se ha demostrado una y otra vez que sus resultados nunca son mejores que el azar.
Si tiene curiosidad de cómo se podría hacer una prueba de doble ciego para el GT200, he aquí un ejemplo que hice por si se ofrecía en la visita al Senado:
Éste es un ejemplo muy esquemático y si bien es probable que la prueba que haga la Academia Mexicana de Ciencias sea algo parecido, sin duda será mucho más elaborada.
En estos días en que —al fin— parte de la prensa parece haber descubierto el fraude de los llamados detectores moleculares, se ha repetido con insistencia que el GT200 confundió en una ocasión un cargamento de queso cotija con cocaína, asunto que le costó a la SEDENA la bicoca de $1,750,000.00 por reparación de daños, como lo registramos en su momento.
Hay que hacer una aclaración: el GT200 no se "confundió". No se pudo confundir porque es incapaz de detectar nada. Si "señaló" hacia el cargamento de queso fue porque el soldado que lo sostenía hizo —consciente o no de ello— que la antena apuntara en esa dirección.
También conviene señalar que no ha sido la única vez que estos juguetes marcan falsos positivos, algunos de los cuales no sólo han costado dinero sino también la libertad e incluso la vida de personas. No, este tipo de resultados, como puede verse por ejemplo en la entrada donde recopilamos notas sobre su uso para buscar bombas, abundan. Por suerte en estos casos, añado, pero sólo es cosa de tiempo para que haya un falso negativo y entonces van a morir personas cuando esta inútil varita de zahorí pase por alto un explosivo.
Dicho lo anterior vayamos ahora al tema de esta entrada, un caso más o menos reciente que en su momento compartí en Twitter. Empecemos por la foto, que por sí misma es impresionante:
Foto: El Sol de Tijuana
Impresionante, insisto:
"40 cajas con 54 frascos c/u conteniendo 2,160,000 pastillas reactivas a metanfetaminas"
Y la nota correspondiente, del 24 de agosto de 2011:
"Tijuana.- Elementos del Ejercito Mexicano decomisaron un cargamento con 2 millones 160 mil pastillas de metanfetamina, en el aeropuerto internacional Abelardo L. Rodríguez de esta ciudad.
El aseguramiento se logró gracias al empleo de los detectores moleculares de droga que hay en el área de paquetería, las pastillas llegaron en un vuelo comercial de Aeromexico, provenientes de la India.
Las pastillas de metanfetamina venían en 40 cajas de cartón dentro de 2 mil 160 frascos de plástico, además se aseguraron 5 latas con una sustancia de color rojo y un bote con polvo color negro, de estas últimas se desconoce su uso.
Las sustancias fueron presentadas ante las autoridades federales correspondientes, para que se proceda a su destrucción; en esta ocasión no hubo detenidos".
Impresionante, reitero.
Lo malo es que cuando uno se entera, leyendo esta otra nota de Dora Elene Cortés y Manuel Villegas, de que aquello a lo que los detectores moleculares "señalaron" como metanfetaminas no eran tales sino estrógenos importados legalmente, la foto, la frase, la nota y el propio decomiso como que ya no impresionan tanto:
"TIJUANA BC 26 de agosto de 2011 (AFN).- El cargamento de dos millones de pastillas que el comandante de la Segunda Zona Militar, Gilberto Landeros Briseño presumió que eran “positivas” a metanfetaminas, en realidad resultaron ser estrógenos para uso de las mujeres en su etapa de menopausia. Se trata del medicamento “Elrredin”.
Este cargamento que el mismo militar calificó como un nuevo “golpe al narcotráfico”, pertenece a la empresa “Victory Enterprise S.A. de C.V”, cuyos laboratorios instalados desde hace algunas décadas en la carretera libre Tijuana a Ensenada, de la Delegación San Antonio de los Buenos, las empaqueta, etiqueta y distribuye a farmacias de Baja California y otras partes del país, reveló el licenciado Marco Antonio Macklis, abogado de la empresa, propiedad de su familia, en la que también destaca el licenciado y ex diputado local por el Partido Verde, Juan Macklis.
Al recibir informes AFN de que el cargamento exhibido el pasado 24 de este mes en las instalaciones militares del Cuartel Morelos no era lo que se anunció en rueda de prensa, se buscó al abogado para corroborar la versión, en tanto que “fuentes” de la Procuraduría General de la República también confirmaron que los representantes de la compañía se acercaron el mismo día del decomiso para reclamar y demostrar la propiedad de dicho cargamento.
El general Landeros Briseño, afirmó que los medicamentos “resultaron positivos ante los detectores moleculares de droga a los que fueron expuestos en el aeropuerto Abelardo L. Rodríguez”, por lo que se procedió al decomiso de las pastillas y otras sustancias de las que dijo que “no se sabía” para qué eran utilizadas.
[...]
El polvo, agregó el abogado, es Vitamina B12 que se compra a una empresa que tiene su sede en la misma Ciudad de México y las otras sustancias que el Ejército no descifró, es “colorante” que usan los laboratorios precisamente para las medicinas “porque si recuerdan, hay medicamentos de diversos colores”.
[...]
Marco Antonio Macklis reveló que el día que el Ejército se llevó decomisado el cargamento, la empresa envió a una persona a Aeromexpress para recogerlo, sin saber que éste había sido incautado, bajo la acusación de que se trataba de droga propiedad del “crimen organizado”.
A reserva de que resulte que estos detectores moleculares son otra cosa —puede ser, aunque lo dudo—, creo que podemos asumir que se trató de otro falso positivo de los conocidos GT200. O tal vez de los ADE651, que SEDENAinsiste en no tener pero que sabemos utiliza y, cosa, curiosa, evita mencionar por su nombre llamándolos simplemente "detectores moleculares".
Tal vez la frase de "reactivos a metanfetaminas" le haga, como a mí en un principio, dudar de si se trató en efecto del GT200/ADE651. Es comprensible que no quiera creer que para los militares el giro de una antena en un pivote sea equivalente a una reacción química, pero me temo que si así piensa, las probabilidades de que se trate de un aparato distinto —un verdadero detector, pues— están en su contra.
¿Tomó nota?: "Al pasar frente a la paquetería proveniente de la Ciudad de México, en la empresa Aeroméxico reaccionaron positivo..."
Al pasar frente a la paquetería, es decir, a la distancia. Como recordará, los únicos detectores que presumen hacer tal cosa son las varitas de zahorí disfrazadas de alta tecnología como el GT200 y el ADE651 que usa el Ejército. Para el resto, los de verdad, es necesario llevarlo hasta donde está lo que se quiere analizar o bien ponerle una muestra a su alcance.
Como saben las personas que gustan de seguir los dislates de este humilde bloguero en Twitter, cada vez que me encuentro con alguna nota en la que se menciona el uso de los fraudulentos detectores moleculares GT200 para buscar explosivos sueloterminareltuit con un "tic-tac", haciendo referencia a que su empleo es, literalmente, una bomba de tiempo.
Hasta ahora no he encontrado una sola nota en la que se mencione un solo éxito cuando se les emplea para buscar bombas —de haberlo créanme que lo cacarearían a más no poder— y estaba seguro de que sólo era cosa de tiempo para que la necedad de seguir usando este frauduento aparato tarde o temprano iba a ocasionar que alguien muriera cuando el GT200 "marcara" un falso negativo y una bomba fuera pasada por alto, como ha sucedido en Irak con el ADE651 y en Tailandia con el GT200.
Lo nunca pensé que tal muerte sería por un falso positivo. Y lo peor, ni siquiera fue buscado explosivos.
Escuchando la entrevista que hizo Luis Cárdenas el martes pasado a Marat Paredes, segundo visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, me enteré de que el GT200 ya tiene su primer muerto en México, como se puede ver en su recomendación 61/2010 (PDF):
"RECOMENDACIÓN NO. 61/2010
Síntesis: El 4 de diciembre de 2008, esta Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) recibió la queja de Q1, por presuntos hechos violatorios en contra de V1, en la que señaló que alrededor de la 01:30 horas del 30 de noviembre de 2008, V1 transitaba a bordo de su vehículo por la calle Justo Sierra, en Ciudad Frontera, municipio de Centla, estado de Tabasco, cuando elementos de la Secretaría de Marina, quienes viajaban en una patrulla, le marcaron el alto, pero no se detuvo, por lo que lo persiguieron, realizaron disparos y un proyectil de arma de fuego lo alcanzó e hirió en la cabeza. Al perder el control de su automóvil, V1 se impactó contra una casa, por lo que fue llevado al centro de salud de ese municipio, donde se determinó que su estado de salud era grave y, con motivo de ello, fue trasladado al Hospital “Dr. Gustavo A. Rovirosa”, en Villahermosa, Tabasco, en el que falleció cinco días después".
Más adelante, en las páginas 10 y 11, puede leerse esto:
"La Secretaría de Marina refirió en los partes informativos suscritos por AR1, AR2, AR3, AR4 y AR5, que alrededor de las 01:15 horas del 30 de noviembre de 2008 se encontraban realizando un patrullaje terrestre y operando el Detector Molecular GT-200, el cual, según refirieron, marcó positivo en enervantes al automóvil de V1 que se aproximaba, por lo que le dieron indicaciones para que se detuviera, sin embargo, el conductor aceleró la velocidad, iniciándose su persecución. Lo alcanzaron en la esquina de la calle Justo Sierra y Galeana, donde intentó atropellar a AR1 y AR2 y continuó su fuga. En razón de ello, AR1 efectuó “un disparo de advertencia al aire” en legítima defensa y continuó la persecución. El vehículo se encontró dos cuadras adelante, impactado en una casa habitación; en ese momento, AR1 verificó el estado de salud del conductor y escaneó nuevamente el vehículo, que marcó positivo en enervantes".
[...]
"Por el contrario, en el parte informativo rendido por AR1 el 30 de noviembre de 2008, ese servidor público asentó que se acercó al vehículo de V1 para verificar si había enervantes, pero no encontró ningún elemento ilícito".
Hoy, leyendo este artículo de La Razón sabemos el nombre de la primera víctima mortal de la ouija del diablo: Roberto Isaías Ligonio de la Cruz, estudiante de ingeniería mecánica en la Universidad Tecnológica de Campeche:
"La antena lo señaló y le dispararon
Roberto Isaías Ligonio de la Cruz, estudiante de ingeniería mecánica en la Universidad Tecnológica de Campeche, fue abatido de un tiro por infantes de la Marina, en Tabasco.
Los marinos estaban convencidos de que el joven transportaba enervantes en su camioneta, así lo marcó el detector molecular GT 200. Tras la balacera, los infantes revisaron el vehículo, pero no encontraron ni un solo gramo de droga.
El caso derivó en la recomendación 61/2010 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en la que llamó a la Secretaría de Marina a abstenerse de seguir usando el detector GT 200.
Según el expediente, el caso ocurrió el domingo 30 de noviembre de 2008. Eran las 01:15 horas cuando Roberto Isaías regresaba de Ciudad del Carmen, donde vendía frutas para pagar su universidad.
Viajaba en una camioneta roja, placas VM-17-862 de Tabasco. Al llegar a Ciudad Frontera, municipio de Centla, personal de la Marina le marcó el alto, pero no se detuvo, lo que originó una persecución.
Los marinos dijeron haber alcanzado la camioneta en la esquina de Justo Sierra y Galeana, pero no lo pudieron detener, por lo que hicieron “disparos de advertencia al aire en legítima defensa”, y continuaron la persecución.
Dos calles adelante hallaron el auto impactado en una casa, el conductor tenía un balazo en la cabeza y, aunque fue llevado a un hospital, murió.
Tras analizar el caso, la CNDH determinó que los marinos vulneraron los derechos humanos a la vida, a la integridad y seguridad personal, y a la legalidad y seguridad jurídica. Y es que hicieron un uso arbitrario de la fuerza pública, alteraron la escena del hecho e incurrieron en el ejercicio indebido de la función pública.
La recomendación está parcialmente cumplida, pues no se ha informado si los marinos están presos, además de que continúan utilizando el aparato. Así lo reconoce la Semar en el comunicado 121/2011, en el que dice que gracias al GT 200 se identificó un cargamento de droga, en Puerto Peñasco, Sonora".
Un asesinato provocado por confiar en el giro de una antena unida por medio de un pivote a una caja de plástico hueca.
Me dio mucho gusto ver que aunque sea poco, Raúl Plasencia, el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) al fin se animó a decir, por lo menos, que el GT200 “es un producto más fraudulento que fiable”, lo que contrasta sobremanera con lo que puede leerse en la reciente Recomendación General No. 19 sobre la práctica de cateos ilegales de la CNDH, donde no sólo no mencionaron tal cosa sino que dieron la impresión general de que estos dispositivos en verdad funcionan.
Estas dos notas de Castellanos, son, insisto, muy importantes en esta historia. Como veremos en una próxima entrada y como saben los que han seguido este absurdo, consiguieron lo que hacía falta: sacar el tema de Internet para que le gente se empezara a enterar de este fraude con el que sus garantías individuales y sus propias vidas están siendo puestas en riesgo todos los días. Me da gusto también que se mencione que el ADE651 —una de tantas varitas de zahorí disfrazadas de aparatos de alta tecnología— también se vende y se usa en México.
De nuevo, vaya desde este humilde blog perdido en el ciberespacio una felicitación a Castellanos.
Como nota al margen, debo agradecer a Laura Castellanos que se tomara la molestia de entrevistarme para aclarar un par de puntos y que hiciera caso de mi recomendación de mencionar al ADE651. Ah, y también que dejara de llamarme "científico", porque la verdad, de tal tengo menos que el Dr. Chun-Ga.
Raúl Plascencia asegura que el uso del aparato ha provocado que casi se tripliquen las quejas de cateos ilegales en domicilios. La Comisión de Ciencia del Senado pide que se hagan pruebas científicas a la llamada “ouija del diablo”
Martes 11 de octubre de 2011 Laura Castellanos | El Universal
politica@eluniversal.com.mx
El presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia Villanueva, exige al gobierno federal que deje de utilizar el detector molecular GT200, porque “es un producto más fraudulento que fiable”. Y pide a las autoridades no “caer en ingenuidades en donde se utilicen aparatos pretendiendo dejar de lado investigaciones”.
El gobierno federal y algunos estatales comenzaron a usar el aparato para detectar drogas, explosivos y armas en 2008. Plascencia Villanueva informa que a partir de esa fecha las quejas de cateos ilegales en casas casi se triplicaron, al pasar de 393, en 2007, a 964, en 2008. En 2009 la CNDH recibió 947 quejas; en 2010, 826, y hasta mayo de 2011 llevaba 422.
El ombudsman nacional atribuye dicho incremento a las lecturas falsas del detector GT200.
“En infinidad de informes que nos fueron remitidos se argumentaba que la justificación de la autoridad derivaba de que el aparato había resultado positivo en ciertos domicilios y colonias enteras”. En los cateos, explica Plascencia, “tiraban la puerta, sometiendo a los moradores, y no había nada, retirándose sin reparar daño alguno y sin que implicase una responsabilidad”.
Afectados
El ombdusman emitió la Recomendación General No. 19, el 5 de agosto de 2011, en la que pidió a autoridades y fuerzas armadas “evitar el uso de este instrumento y similares, y a las ministeriales solicitar una orden de cateo, previamente su utilización”.
La recomendación de la CNDH registra 3 mil 159 quejas por cateos ilegales, recibidas entre enero de 2008 y mayo de 2011. Plascencia asegura que en una tercera parte de estos casos se utilizó el GT200, es decir, unas mil quejas. Buena parte de éstas provienen de Tamaulipas, Chihuahua, Sinaloa, Durango y Michoacán.
El presidente de la CNDH asegura que las autoridades deben cuidar no caer tan fácilmente en engaños, “sobre todo en trampas fraudulentas de productos milagrosos, diríamos en este caso”. Plascencia cuenta que Gran Bretaña dejó de usarlo en la detección militar de explosivos en Irak y Afganistán, porque propició “la muerte de elementos militares”.
EL UNIVERSAL informó ayer el caso del indígena mixe Ernesto Cayetano Aguilar, detenido en un retén de Jaltipán, Veracruz, que fue acusado de tráfico de drogas porque el aparato lo señaló; estuvo recluido ocho meses en el penal de máxima seguridad de Villa Aldama, en la misma entidad. Ernesto Cayetano fue absuelto hace unos días, luego de que una juez de Coatzacoalcos valorara que las lecturas del detector molecular GT200 no podían constituir una “prueba de cargo”. En la misma prisión sigue recluido Margarito Méndez, quien fue sentenciado a 10 años de prisión luego de que la llamada ouija del diablo lo inculpara.
Gran Bretaña alertó a México
Katy Reid, vocera de la oficina de prensa de la embajada de Gran Bretaña en México, puntualiza —vía correo electrónico— que su gobierno tiene una investigación contra la empresa inglesa que fabrica el GT200, Global Technical LTD, bajo el cargo de fraude.
Reid detalla que a principios de 2010 su gobierno informó al gobierno mexicano sobre tal investigación: “Nosotros compartimos con el gobierno mexicano nuestras preocupaciones sobre la ineficacia del aparato”.
Al Senado de la República ya llegó la recomendación de la CNDH contra el GT200. El senador Francisco Javier Castellón, presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara alta, busca la aprobación de un punto de acuerdo que se lleve al pleno para exhortar al Ejecutivo federal para que someta a un protocolo científico al detector molecular.
Castellón apunta: “El uso del aparato vulnera no sólo los derechos de la ciudadanía, también pone en riesgo la vida de las fuerzas armadas”.
El documento cita la recomendación del ombudsman y recoge la exigencia de un grupo de científicos encabezados por el físico Luis Mochán, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para practicar experimentos al GT200 y aparatos similares que se usan en el país.
La petición del grupo de científicos, a los que se sumó Arturo Menchaca, presidente de la Academia Mexicana de Ciencia (AMC), es que se haga una prueba “doble ciego”, en la que se esconda en recipientes o cajas cantidades de droga, armas y explosivos.
Castellón explica que la idea es que personas que no sepan qué se introdujo en cada caja permanezcan como testigos de la prueba, y que un operador del GT200, que no conozca a ninguno de los involucrados, entre al ejercicio y diga qué identifica en cada una.
“No se trataría de un estudio independiente. (Pedimos) que la Secretaría de la Defensa Nacional esté presente y supervise las pruebas ciegas”, precisa el legislador.
Castellón alerta que el aparato no sólo se emplea en cateos ilegales domiciliarios, sino en retenes militares o policiacos. El punto de acuerdo también propondría que el Ejecutivo federal remita al Senado un informe detallado de la adquisición de detectores moleculares como el GT200.
No es el único
Andrés Tonini, un ciudadano con intereses científicos, se dio a la tarea de documentar información hemerográfica y oficial de GT200 y aparatos similarse, desde hace dos años.
La información oficial la obtuvo por medio de mecanismos de transparencia, que evidencian que secretarías y gobiernos estatales han erogado 343 millones 891 mil 751.12 pesos en la adquisición de 940 detectores GT200, 742 de los cuales están en manos de la Defensa Nacional.
Cada aparato, que consta de un mango hueco provisto de una antena movible en un pivote superior, sin circuitos y baterías, tiene un costo promedio de 30 mil dólares.
Tonini encontró que no sólo la Defensa, sino la Procuraduría General de la República, la Secretaría de Marina, Petróleos Mexicanos, gobiernos estatales —como el de Sinaloa, Colima, Guanajuato, Chihuahua y Michoacán, y hasta el gobierno del Distrito Federal, en el mercado de abastos, entre otros— usan el aparato.
Tonini advierte, sin embargo, que hay otro aparato que también se emplea en México: “El ADE651, fabricado por la empresa ATSC, que es una escisión de Global Technical LTD”.
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La nota se complementa con este video, disponible también en Youtube: