Hospital Nacional Homeopático: vergüenza nacional

En la esquina de Chimalpopoca y 5 de febrero de la Colonia Obrera en la Ciudad de México está ubicado el Hospital Nacional Homeopático.

Había leído sobre él, pero no fue sino hasta que hace relativamente poco, pasando por ahí, alcancé a verlo y pude comprobar con estos ojos que los gusanos se han de comer, que no es una leyenda urbana. Para vergüenza de la Secretaría de Salud, existe.

Y no vaya a pensar que es algo nuevo, no. De acuerdo a la página del propio hospital, debemos agradecer los buenos oficios de Manuel Romero Rubio, entonces ministro de gobernación de Porfirio Díaz, que lo convenciera para que se autorizara su creación. Cosa que no fue en absoluto difícil pues, de acuerdo a la misma página, Díaz se había convertido en un creyente de la homeopatía cuando uno de sus practicantes, Joaquín Segura y Pesado, lo "curó" de una dolencia crónica resultante de una vieja herida.

Y así tenemos que este "hospital" funciona como tal desde el 15 de julio de 1893...

En serio, que en México donde los recursos publicos disponibles son tan escasos, ver ese engendro chupándose el presupuesto —por poco que fuera— de la Secretaría de Salud que debería ser asignado a los hospitales donde se ejerce la medicina*, me resulta poco menos que nauseabundo.

Ahora, si usted se pregunta por qué me avergüenza la existencia de este hospital si la homeopatía se enseña hasta en escuelas como el Instituto Politécnico Nacional —por hablar de la más popular pero no la única— y por tanto significa que algo debe de haber de cierto con esta disciplina, entonces sírvase leer El principio de autoridad en el blog de Martín Bonfil Overa para que vea que en ciencia, no importa quién afirme que algo es cierto sino las evidencias que respalden dichas afirmaciones. Después, no deje de pasar por el blog de Mauricio-José Schwarz y leer su entrada: Homeopatía a petición pupular, o el comentario del mago** Randi La ciencia se mueve contra el curanderismo traducido en Sindioses.org.

Y ya que hablamos de Randi, si le masca al inglés —aunque sea poco, como yo— diviértase con este video en el que expone de manera muy amena la "ciencia" detrás de la homeopatía:

Si después de lo anterior usted todavía piensa que quizá lo que sucede es que las transnacionales farmacéuticas nos pagan por defenderlas, cuidado, que está peligro de convertirse en un alti. Y ya sabemos que estas almas puras y nobles a veces pierden la calma y sin importarles perturbar su aura, gustan de ser los que más mensajes anónimos dejan en este humilde blog perdido en el ciberspacio.

Finalmente, una anécdota personal: Cuando estudiaba en la Facultad de Ciencias de la UNAM, un amigo y yo nos dimos cuenta de que cada cierto tiempo una compañera tomaba una medicina. Al preguntarle de qué se trataba, no platicó que era para la gripe y que era un remedio homeopático que siempre le había servido. Aunque ignorantes en ese entonces de muchas cosas sobre lo que era realmente la homeopatía, ya sabíamos que era una charlatanería glorificada, y por eso, nos llamó la atención ver que ella, compañera de estudios la usaba —la lo mejor estábamos equivocados y de verdad funcionaba— así que le preguntamos en cuánto tiempo la curaba. Su respuesta nos dejó con la boca abierta: orgullosa nos dijo que en una semana. Esto como dije, nos sorprendió porque como a la mayoría de las personas, a nosotros los síntomas del catarro sin ningún tipo de tratamiento nos duran... una semana.

A.T.
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* Medicina a secas, punto. Nada de tonterías de "medicina alópata".
** Mago de escenario, nada que ver con los magufos usuales.