Estos son los datos que se pueden ver en la página de la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror:
Difrentes
Edición de El Taller, Los dragones número 2, de 2002 (ISBN: 9709294814)
· Cubierta, de Sergi M. Casals
· Prólogo, de Blanca Martínez
· La mantis (cuento corto), de Elena Pujol; Mariana C. Márquez (ilustradora)
· Carne y metal (cuento corto), de Gerardo Horacio Porcayo; Raúl Ruiz (ilustrador)
· Padre chip (cuento corto), de Jorge Cubría; Mariana C. Márquez (ilustradora)
· Cybergolem (cuento corto), de Martha Camacho; Sergio M. Casals (ilustrador)
· Crononaútica (cuento corto), de Bernardo Fernández; Mariana C. Márquez (ilustradora)
· Juan (cuento corto), de Guzmán Wolffer; Iván (ilustrador)
· Inmóvil (cuento corto), de José Luis Zárate; Mariana C. Márquez (ilustradora)
· Alimento (cuento corto), de Blanca Martínez; Sergio M. Casals (ilustrador)
· Guerra santa (cuento corto), de Aldo Alba; Sergio M. Casals (ilustrador)
· Metamorfosis (cuento corto), de Iván Pujol; Sergio M. Casals (ilustrador)
· Los monstruos amigables (cuento corto), de Luis Chumacero; Luis Chumacero (ilustrador)
Flores nocturnas
Edición de El Taller, Los dragones número 1, de 2001 (ISBN: 9709294806)
· Cubierta, de Mariana C. Márquez
· Prólogo, de Blanca Martínez
· Un poco de historia (artículo), de Lola Seley; El Russo (ilustrador)
· Nocturnos (cuento corto), de Elena Pujol; Mariana C. Márquez (ilustradora)
· El escritor de Manhattan (cuento corto), de Blanca Martínez; El Russo (ilustrador)
· Cuento primero de vampiros (cuento corto), de Martha Camacho; Sergi M. Casals (ilustrador)
· Simplemente romántico (cuento corto), de Blanca Martínez; Sergi M. Casals (ilustrador)
· Juglar de silencio (poesía), de Carmen Nozal
· Hoy es la eternidad (poesía), de Carmen Nozal; El Russo (coilustrador); Raquel S. Net (coilustradora); Christian Moraru (cotraductor); Elena Pujol (cotraductora)
La verdad es que no tenía idea de que Blanca tuviera una editorial —para que vea que tan desconectado estoy del mundillo cienciaficcioñero—, y buscando algo más de información me encontré con un artículo publicado en la revista Tempo de la UAM mayo de 2003, en el que nos platica brevemente sobre su creación:
"Y entretanto, por diversas causas —quizá porque se sabía que yo trabajaba haciendo dictámenes de libros, reseñas, prólogos...— me seguía llegando material escrito. Lo leía, ni modo. Pero ¿qué hacer con él? Y fue una tarde cualquiera frente a dos cuentos: "Nocturnos" y "Cibergolem" cuando decidí reunir una antología de cuentos de vampiras. Una vez hecho el trabajo lo envié a una editorial y dos años más tarde —ya perdidos los escritores en quién sabe qué rumbos galácticos— me comunicaron que la evaluación era positiva pero los autores debían pagar la publicación. Ni les pregunté. No soy una mujer de negocios. Considerando que voy de México a Barcelona, a Marte, Venus, Orsini, no creo que mis actividades reales y oníricas me permitieran un buen desarrollo en el área comercial. Así que entristecí, me desi-lusioné, bajé a una realidad concreta y me pregunté si, total, afectaría el resto de mi existencia el que aquellos cuentos no vieran la luz.
Y la absurda respuesta fue que sí.
Ante tamaño desatino recurrí a la mejor de mis terapias: salí a caminar. Dos horas más tarde decidí abrir una editorial.
Un lugar donde pudiéramos publicar parte de esos cuentos noventeros-dosmileros que formaban parte de una realidad olvidada. O cuestionada. Hablé con los escritores y les propuse publicar los cuentos en mi recién inaugurada micro-editorial: El Taller. Casi todos dijeron que sí. La colección constaría de siete números y se llamaría Los Dragones. El primero fue Flores nocturnas. Era de vampiras —ni una gota de sangre—. Cuentos desmitificadores. Humor. Poemas en rumano. Ilustraciones. Lo pasamos bien. El segundo, Diferentes, ya era de ciencia ficción. Bueno, en realidad se coló alguno "normal", pero no somos muy estrictos. También nos gustaba. Y luego se inició el tercer número, también con ilustraciones: Barrio. Y trata de eso exactamente: de los barrios, y cada uno de nosotros hablaba de su barrio, de las calles y los puentes y la gente y la cafetería y el recuerdo alrededor del mito. De los sabores y el color del mango y del sol. Lo que nos gusta y lo que no. Y de nuevo, un cúmulo de cuentos en este México, nuestra seductora metrópoli del 2000: "Tortas Valentín" de Néstor Calvet, "A perro, perro y medio" de Guzmán Wolffer, "Soy barrio ¡y qué!" de Aldo Alba, y faltaban los de Jesús Vicente con sus crónicas citadinas, faltaban los de otros que se estaban gestando pero, entretanto, ya habíamos reunido nombres como Martha Camacho, Elena Pujol, Porcayo, Zárate, Cubría, Bef, G. Wolffer, ram, I. Pujol, Alba, un jovencísimo escritor (siete años): Chumacero González-Durán. Ilustradores de aquí y de allá del mar: eme; Ruiz, El Russo, M. Casals. Novelistas que me llegaban a través de una simpática banda de rock: Octavio Frausto."
Por cierto, en el 2002 tuvimos el gusto de publicar en el número 8 de nuestro fanzine El oscuro retorno del hijo del ¡Nahual! "El escritor de Manhattan", uno de los cuentos de Blanca que aparecen en Flores nocturnas. Si quiere darle una leída para ver si se le antoja conseguir el libro, puede descagar el fanzine en PDF.
Lo malo del asunto es que no tengo idea de dónde se pueden pedir los libros...
A.T.
1 comentario:
Fíjate que por esa razón me encontré con tu blog: tampoco tengo idea de dónde conseguir los libros. Tantas ganas que les tengo...
Publicar un comentario