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jueves, 18 de febrero de 2010

Martín Bonfil Olivera sobre el GT200

El divulgador de la ciencia Martín Bonfil Olivera publicó ayer en su columna de Milenio el primer artículo crítico dedicado por completo al fraude del "detector molecular GT200". Como es su costumbre, también la puso en su blog, en una versión algo más completa.

Para el registro, me permito copiar aquí la versión de Milenio.

Desde aquí, le doy las gracias a Martín por tomarse la molestia de escribir sobre esto. También agradezco a todos los que me avisaron por diversos medios del hecho.

A.T.

P.D. Martín, no soy biólogo y mucho menos escritor, soy nomás un sujeto con un blog.

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¿Engaño al Ejército?

La ciencia por gusto / Martín Bonfil Olivera
2010-02-17•Tendencias

En todos lados hay charlatanes. Algunos, esotéricos, venden (todos venden algo) ángeles u horóscopos. Pero otros se presentan como científicos y distorsionan la ciencia mezclándola con ideas como telepatía, “fenómeno ovni” o cualquier locura.

Pero en todos lados hay, también, comunicadores dedicados a combatir la desinformación y el analfabetismo científico. Se denominan “escépticos”, y son la peor pesadilla de los charlatanes seudocientíficos.

Un amigo con quien comparto ideas e información por internet, el prolífico bloguero escéptico Andrés Tonini (lonjho.blogspot.com), ha estado circulando interesante información sobre un fraude tecnológico cometido contra la Secretaría de la Defensa Nacional.

Se trata de un aparatejo llamado GT-200, anunciado como un “detector molecular” capaz de localizar a distancia todo tipo de sustancias: explosivos, drogas, marfil… Consta de una “pistola” con una antena móvil y una caja donde se insertan tarjetas “programadas” para cada sustancia. No requiere pilas ni corriente, pues supuestamente usa la electricidad estática generada por la respiración del usuario. La antena gira para apuntar a la sustancia buscada. Sus fabricantes afirman que funciona gracias a “detección electroquímica” o ”paramagnética” (?).

Se trata de un fraude bien conocido. El GT-200 y otros aparatos similares han recibido demandas y prohibiciones en Estados Unidos y otros países avanzados, luego de comprobarse que no son más que una versión moderna del antiguo e inútil método de localizar agua con una varita de zahorí.

Pero se siguen vendiendo a ejércitos y agencias de gobierno… de países como Nigeria, China, Líbano, Arabia Saudita. Y México. En efecto: en 2008 la Sedena adquirió 300 GT-200 (en unos 350 mil pesos cada uno: un total de al menos 105 millones). Y los ha usado, dice, con buenos resultados (según varios medios). El problema es que se sabe que dichos detectores no funcionan ni pueden funcionar.

Por si fueran pocos los problemas que causa el narcotráfico en México, quienes lo combaten caen presa de charlatanes y del autoengaño. Si la guerra contra el narco se va a basar en varitas mágicas, el problema va para largo.

lacienciaporgusto.blogspot.com
mbonfil@unam.mx

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Otro articulo crítico del GT200 en la prensa mexicana esta en la siguiente dirección (de un periódico de Tijuana):

http://www.la-ch.com/index.php?option=com_content&view=article&id=3241:ejercito-combate-al-narco-con-tecnologia-de-punta-iinservible&catid=42:general&Itemid=62

Saludos

Martín Bonfil Olivera dijo...

Al contrario, Andrés, gracias a ti. ¿Qué haríamos sin la labor de los escépticos profesionales?

Y perdón por lo de biólogo y escritor, pero bueno, estudiaste biología y escribes ciencia ficción y blogs... creo que se vale.

Por cierto, soy Olivera, no Olvera, je je!

Martín