Hace unos días y gracias a los buenos oficios de Luis Mochán, quien como saben los —66— sospechosos habituales es uno de los científicos que más se ha involucrado en el intento colectivo para exponer el fraude del detector molecular GT200 y similares, se puso en contacto con su servidor Guillermo Cárdenas Guzmán, reportero de temas científicos y coordinador de la página semanal ConCiencia en El Universal, pues tenía pensado dedicar un artículo sobre el tema.
Visto el fiasco previo con Andrés Becerril en Excélsior, me mostré un tanto escéptico al respecto, pero no por ello le negué la información, que, cabe aclarar, no es que la necesitara pues salvo un par de detalles que le sugerí que mencionara, la verdad es que poco aporté en este caso. Ya Mochán y la propia investigación de Cárdenas habían cubierto todas las bases, como quien dice.
Como dije, no esperaba gran cosa y cuando me encontré en la mañana en El Universal con un refrito de un artículo publicado hace poco más de un año en donde sólo daban voz a la gente de Segtec S.A. de C.V. —los distribuidores— y la Sedena —felices usuarios—, temí lo peor. Pero por suerte me equivoqué, ya que más tarde me encotré con una pequeña avalancha de tuits que avisaban que sí se había publicado la nota esperada, y pude constatar que, a diferencia de la mayoría de sus colegas, Cárdenas sí escribió lo que es el GT200: un fraude descarado.
Como detalle curioso debo mencionar que al igual que Martín Bonfil Olivera en su primera crítica a estos artefactos en Milenio, Cárdenas me puso el título de biólogo, cosa que no soy.
Sin más, para el registro, he aquí su texto.
A.T.
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“Fraude” con detector de narcóticos
Lunes 29 de agosto de 2011
Guillermo Cárdenas Guzmán | El Universal
guicardenas@hotmail.com
Agosto 10, 2010. Una Chevrolet Suburban rotulada como ambulancia es inspeccionada por elementos de la 21a Zona Militar en Ario de Rosales, Michoacán. Encuentran un rifle AK-47, una pistola 9 mm y 500 gramos de metanfetaminas. Revisan los alrededores y hallan otra camioneta Silverado con más armas.
Los soldados dicen que esto se logró con apoyo del detector molecular GT 200. Los fabricantes presumen que el aparato permite la detección remota de explosivos, drogas o armas a través de campos magnéticos. Pero las leyes de la física indican lo contrario: no sirve.
Físicos de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) confirman que el aparato de 27 x 7.5 x 4.5 cm usado por las Secretarías de Defensa, Marina y muchas otras instituciones en la lucha contra la delincuencia carece de eficacia.
“El aparato no tiene nada: es un mango de plástico con una antenita que rota alrededor de un pivote y una cajita donde se pone una especie de tarjetas de crédito”, afirma Luis Mochán Backal, del Instituto de Ciencias Físicas de la UNAM.
Los costos
El costo de cada detector va de 20 a 30 mil dólares, según las respuestas obtenidas por ciudadanos a través del Instituto Federal de Acceso a la Información, disponibles en su portal web. El biólogo y escéptico Andrés Tonini, uno de los solicitantes, consigna en su blog que el mayor comprador es la Sedena, con 742 de los 940 artefactos contabilizados hasta este año. La dependencia erogó más de 272 millones de pesos. Tonini alerta que en México se compra y usa también un detector similar: ADE651, fabricado por ATSC.
Mochán sabe de la existencia de estos equipos desde los años 90, pues en los congresos de física se han analizado. En el país se tienen al menos desde 2007. Los gobiernos de varios países también han puesto en duda su utilidad. El de Inglaterra prohibió en 2010 la exportación del mencionado ADE651 a Irak y Afganistán para evitar que sus soldados se expusieran al peligro de detonación de explosivos no registrados.
En una nota de la BBC (http://news.bbc.co.uk/2/hi/programmes/newsnight/8481774.stm) la oficina inglesa de Asuntos Exteriores señaló que tras la prohibición alertaría urgentemente a los gobiernos de otras naciones que pudieran haber adquirido dispositivos como el ADE651 y el GT200, que son “completamente inefectivos para detectar bombas y explosivos”.
Extenso uso
Otros países donde se emplea el GT 200 son Kenya, Líbano, Jordania, China y Tailandia, según la BBC. En este último las autoridades atribuyen a la ineficacia del aparato las muertes de varias personas debido a explosivos. Luis Mochán revisó la ficha técnica del mismo y vio “gran número de errores conceptuales y frases sin significado con lenguaje científico fuera de contexto”.
También halló que “las frases con significado son falsas y describen la operación de un equipo no compatible con el saber científico actual”. El portal de la empresa Global Technical LTD , fabricante del GT200, dice que funciona con energía electrostática del cuerpo y que podría detectar milésimas de millonésimas de gramos de materiales hasta 5 mil metros de distancia (en el aire).
Mochán aclara: el cuerpo no genera electricidad estática (es conductor); aun si su movimiento pudiera cambiar la distribución de energía electrostática a su alrededor, ésta sería insuficiente para operar el equipo. Y rechaza la detección remota: un kilo del mejor imán produciría a 10 metros de distancia un campo magnético miles de veces menor que el de la Tierra.
Los riesgos
Además de ser una fraude a las instituciones que lo compraron, el GT200 pone en peligro a los militares y policías mexicanos y a los ciudadanos que son incriminados con base en la lectura del equipo. Ante ello, la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió la Recomendación General No 19 sobre la Práctica de Cateos Ilegales, publicada el pasado 18 de agosto en el Diario Oficial de la Federación.
En una parte del documento (Apartado III, inciso D) la CNDH considera que utilizar el aparato, independientemente de que sea efectivo o no, vulnera el derecho a la inviolabilidad del domicilio. También indica que el uso del ADE651 ha hecho que el gobierno inglés prohiba su exportación a Irak y Afganistán.
EL UNIVERSAL solicitó información a la compañía Global Technical LTD, pero no obtuvo réplica. En tanto, el pasado 4 de abril, a través de una carta firmada por su presidente, Arturo Menchaca, la AMC ofreció al secretario de la Defensa Guillermo Galván Galván, probar la eficacia del GT200; no obtuvo respuesta afirmativa, según confirmó el investigador.
Mochán, experto en electromagenetismo y óptica de superficies, dice estar convencido de que el aparato es una estafa pseudocientífica. Pero para darle formalidad a su denuncia, busca probarlo con un protocolo riguroso donde participen operadores “certificados” del GT200, pues él no tiene acceso a drogas, armas ni está dispuesto a pagar los 30 mil dólares que cuesta.
“Estoy seguro de que no funciona, pero así como no se necesita un conocimiento científico profundo o en electrónica para demostrar si un teléfono celular sirve o no —simplemente se pone a prueba— en lugar de tener una discusión eterna sobre el GT 200, lo ideal es hacerle una evaluación. Si falla, hay que demandar al vendedor, porque dieron gato por liebre”.
Además, complementaron el texto con esta bonita infografía animada, que le recomiendo visite en su sitio original:
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P.D. 1 de septiembre de 2011. No conformes con haber reeditado la nota de Doris Gomora donde los trácalas de Segtec S.A. de C.V. tuvieron un escaparate ideal, poco después y para escándalo de más de uno, El Universal sacó este video en donde si bien toma los datos e imágenes del reportaje y la infografía de arriba, lo hace de tal modo que el efecto final es que el aparatejo sí funciona.
Dígame si no:
No sé que sea peor, que hayan hecho este montaje así por ignorantes o que lo hayn hecho con toda la maña del mundo.