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sábado, 25 de febrero de 2006

¡Señor, sí Señor! Los grados en la Cruz Roja Mexicana

Como un complemento para esta entrada, hablaré aquí de los grados que se empleaban hasta hace poco en la CRM.

La tabla la tomé de una propuesta del Ing. Fabio Tomás Moreno Ortiz de la Delegación de Santiago de Querétaro. Por razones obvias no prosperó, pero dejando claro que nunca he creído en la necesidad de grados militares para la Cruz Roja, debo reconocer que la propuesta era interesante. Definitivamente mucho mejor que la forma tradicional de otorgamiento.

No voy a hablar de la propuesta, sino de la manera tradicionalmente en que otorgaban los grados: por antigüedad, por capacitación, por habilitación y por estudios.

Por antigüedad se otorgaban de acuerdo a esta tabla:



Dar grados por antigüedad daba como resultado que los socorristas obtuvieran posiciones de mando sin tener más que su experiencia como respaldo. Si bien esto de la experiencia no suena mal en primer término, puede ser nefasta si uno "tiene mucha experiencia" haciendo las cosas mal... Es decir, si la gente no se preocupa por actualizarse y continúa realizando los procedimientos como "le enseñaron hace 20 años", por ejemplo.


Los Técnicos en Urgencias Médicas podían optar por los grados de Sub-Oficial hasta Primer Oficial, dependiendo de su nivel de capacitación: básico, intermedio o avanzado.

La intención era buena: darle al personal con mejores conocimientos para el trabajo la capacidad de mandar a su equipo. Pero conforme los TUM fueron haciéndose cada vez más comúnes hasta llegar a desplazar en gran parte del país a los socorristas, resultó en un exceso de oficiales y sub-oficiales y un carencia de "clases" de socorristas.


Los grados por habilitación eran los que se les daban al personal con ciertas responsabilidades: presidentes de delegaciones, directores de escuela nacional, etc. Aquí hablamos de comandantes para arriba. Se trataba en realidad de títulos burocráticos sin mayor sentido.



Finalmente estaban los grados por estudios académicos. Se podía ser Primer Oficial o hasta Sub-Comandante dependiendo si la carrera estudiada era de licenciatura o no. Esta forma de otorgamiento también una buena idea en sus inicios, cuando la gran parte de los socorristas carecían de educación formal más allá de la primaria, con las subsecuentes deficiencias cognoscitivas que suelen apreciarse en estos casos; pero cuando el acceso a la educación se fue haciendo más común y ya no era raro encontrar entre los Técnicos en Urgencias Médicas a profesionistas o estudiantes universitarios, pasó algo similar a lo de los grados por capacitación: un exceso de oficiales y sub-comandantes pero sin experiencia real y seguramente sin la capacidad de organización que se esperaba de ellos.


Como se ve, la realidad es que los grados no servían para nada, salvo para apapachar los egos de algunas personas.

Lo bueno es que esto ya se acabó, si no, quizás nos seguiríamos viendo así:




La foto debe ser de finales de los 50 o principios de los 60.



A.T.

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