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sábado, 4 de mayo de 2013

Anthony Williamson, fabricante del detector XK9, ¡fuera!

El XK9
Hace unos días compartía con los sospechosos habituales que Jim McCormick, el sinvergüenza detrás de ATSC UK, la firma que vendía los inservibles ADE651, había sido condenado por fraude. Pues bien, hace rato y gracias a un tuit de Luis Mochán, me entero de que ahora fue el turno de Anthony Williamson, de XK9 Limited, fabricante de los igualmente inutiles "detectores" XK9.
 
De acuerdo a lo publicado parece ser que Williamson no tuvo mucha suerte en el mercado pues sólo llegó a vender 45 unidades, y por lo visto al pobre también lo embaucaron pues su socio los revendió mucho más caros, como se puede ver en la nota publicada en Court News UK:

Williamson: culpable inventor de fábrica de "detectores de bombas" en caseta de jardín.


Gosport, Hants. Un inventor británico que construía inútiles detectores de bombas en la caseta de su jardín fue condenado por fraude hoy (vie). Anthony Williamson, 58, decía que su dispositivo XK9 podía encontrar explosivos, drogas y hasta seres humanos en un rango de hasta 91m. Pero en realidad las máquinas eran ensambladas con componentes que costaban apenas 50 libras y "no ofrecían ventaja sobre el azar". Williamson vendió 45 de estos dispositivos, que después fueron re-empaquetados y vendidos a clientes en Rusia, Yemen y Paquistán por hasta 4,500 libras.

Fue en junio de 2010 cuando tuve la primera noticia del XK9, y hasta donde sé y a diferencia de otras varitas de zahorí comercializadas como aparatos de alta tecnología, ésta no tuvo distribuidor en México; el único distribuidor conocido de este lado del charco era Cappeter, en Argentina, y por lo que sé, trataron de embaucar a los militares de ese país, ayudados por algún periodista ingenuo (e impermeable a los consejos, dicho sea de paso). No sé si tuvieron éxito, de vez en cuando se dejaban caer por aquí desde Argentina buscando información sobre el aparato, pero nadie me pudo confirmar nada.

Como curiosidad, le dejo una copia del folleto argentino de esta maravilla tecnológica. Me encanta ver que al igual que, por ejemplo los fabricantes de pulseras mágicas tipo Power Balance, estos cínicos también dicen que su producto "es el bueno", no como "los otros". 

Con Jim McCormick y Anthony Williamson fuera, nos acercamos al día en que condenen también a Gary Bolton, el fabricante del GT200, el "detector molecular" más usado en México. Y cuando llegue ese día, este humilde blog perdido en el ciberespacio estará de fiesta.

Oh sí.

A.T.

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