Cuando recibimos en la casa, ya por terecera ocasión, llamadas automáticas del mismo partido para participar en una amañada encuesta sobre el tema (¿qué otra cosa si no es preguntarte de entrada "si estás a favor de la pena de muerte o quieres saber más, presiona el uno"?), me vomité mentalmente sobre ellos.
Sse entendía de las putas del sistema, ese partido que no tiene empacho alguno en darle las nalgas a quien y a lo que sea con tal de ganar algún voto o curul de consuelo. Pero ahora, encontrarme en Facebook un grupo que, al momento en que escribo esto tiene 54169 simpatizantes, me da verdaderamente lo que sólo puedo definir como asco.
Y vergüenza. Como si la pena de muerte, por si misma, sirviera de algo.
No señores, lo que hay que hacer es acabar con impunidad. Así de simple y así de difícil. ¿O de verdad creen que aprobando este salvajismo las cosas se van a arreglar? ¿Que ahora sí, como por arte de magia los impunes de siempre van a pagar sus culpas? Lo que este país necesita con desesperación es justicia, no venganza. Y mucho menos, una venganza que se va a enfocar sólo en los cualpables de siempre: los jodidos.
Lo siento, pero de mi parte, quienes abogan por la pena de muerte en México sólo merecen un calificativo: Pendejos.
A.T.
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