"Para finales de 2011, Filiberto Martínez Méndez –el peor presidente municipal de Solidaridad-, anunciaba con “bombos y platillos” la colocación de puestos de control a las entradas y salidas de la ciudad, dotados con tecnología de punta que serían capaces de detectar armas, enervantes y ¡hasta bombas!, con una inversión de 140 millones de pesos."
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"Desde hace más de dos años estos artefactos y los costos de los mismos, se mantienen herméticamente en secreto, ninguna autoridad de la pasada administración dio la cara y se escudaron en que el argumento de que era “información confidencial”.
Sin embargo fuentes cercanas al Cabildo aseguran que el gobierno de Filiberto Martínez, el Enano Farsante, adquirió alrededor de ocho artefactos detectores moleculares que supuestamente localizan drogas, armas y explosivos. Sus creadores lo comercializan con el nombre de GT200; los soldados lo llaman la Ouija del Diablo."
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"Los regidores entrevistados aseguran que Filiberto Martínez, actual diputado local por Tulum y parte de Solidaridad, tenía conocimiento de esa situación [que ya se había publicado en la prensa que el GT200 era una estafa], no obstante adquirió esos artefactos fraudulentos, con altos costos para la seguridad de los Solidarenses."
Creo que, a menos que se emita algún comunicado negando la compra de estas varitas de zahorí, no es descabellado asumir que el gobierno del municipio de Solidaridad fue una más de las víctimas de Segtec S.A. de C.V., los vendedores del GT200 en México. Siendo así, no puedo sino hacer que hacer notar que estaríamos ante un caso más donde una autoridad, en este caso el mentado Filiberto Martínez, decidió hacer caso omiso a las críticas y compró ocho unidades de esta basura.
Para variar. Sólo para variar.
A.T.